Pese a que la saga de Activision continúa siendo una de las más vendidas en todo el mundo, los analistas de Cowen & Company han estimado en un 19% el descenso de las ventas de la entrega de Call of Duty de este año (Ghosts) respecto a la del año anterior (Black Ops 2) y un 36% respecto a Modern Warfare 3, que es considerado el momento de máximo apogeo de la serie. Para estos analistas, las malas críticas de la última entrega han empujado a la saga a unas ventas que la sitúan en una situación vulnerable.
Lo cierto es que es la primera vez que la saga se enfrenta a un cambio de generación tras comenzar su boom hace unos años en Xbox 360 y Playstation 3, y está claro que el ritmo anual de secuelas, que impide la inclusión de suficientes novedades, y la fuerte competencia en un género sobreexplotado pueden estar llevando a un creciente cansancio del público. También en 2013 ha experimentado lo que es medirse frente a un verdadero superventas como ha sido la nueva entrega de Grand Theft Auto V.
De momento la compañía no se ha pronunciado sobre la entrega de este año, por lo que habrá que ver si finalmente decide centrarse en ofrecer novedades gráficas y jugables en la nueva generación, o se conforma con un título continuista lanzándolo en todas las plataformas posibles como ha hecho en 2013.
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