En los últimos meses diversos analistas han lanzado sus predicciones sobre la nueva entrega de la saga Call of Duty, considerando que Advanced Warfare podría vender menos que su predecesor, Ghosts, como continuación del leve desgaste que la saga ha venido experimentando en los últimos años. La mayoría de estas predicciones están basadas en que el número de reservas de la entrega de este año está siendo considerablemente menor.
Para Eric Hirshberg, de Activision, esas cifras ya no pueden hoy en día considerarse un referente real de las ventas de un juego. El directivo comenta en declaraciones a Gamesindustry, que "las reservas son un buen barómetro para el primer día, pero no creo que reflejen la demanda total de un producto. Ya no representan lo que solían, debido a la tendencia hacia lo digital y todas las formas en las que la gente puede comprar un juego".
El directivo parece confiar más en los estudios internos y el impacto de la nueva entrega en los medios: "Vemos la intención de compra muy por encima del año pasado y ha aumentado notablemente la relación de la marca con los medios sociales, así que soy optimista".
Sobre el cambio generacional y el hecho de sí podría afectar a las ventas de la saga, Hirshberg comenta que "las transiciones de consolas son difíciles de manejar para compañías como nosotros". Pese a ello desde Activision están poniendo los medios necesarios para facilitar buenas ventas en todos los formatos, como por ejemplo, ofreciendo la posibilidad de cambiar a las versiones de PS4 y Xbox One si disponemos del juego en PS3 y Xbox 360. Según el directivo acciones como esa podrían favorecer el relevo generacional entre los indecisos.
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